Uno de los principales críticos del manejo que el gobierno de Alan García hizo del conflicto amazónico fue el ex presidente Alejandro Toledo, quien salió a decir que se habían pisoteado los derechos de los indígenas y que en su gobierno reinó el diálogo entre las partes conflictuadas.
Es cierto que durante su quinquenio Toledo no mató indígenas ni policías pero por más que no esté manchado de sangre, durante su gobierno se produjeron una de las peores "mecidas" a los pueblos indígenas. ¿Se recuerdan de la Comisión Nacional de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos (Conapa) y el Proyecto de Desarrollo de Pueblos Indígenas y Afroperuanos (Pdpia)?
El conflicto que explotó en la selva no solo corresponde a los decretos legislativos que los amazónicos consideran nocivos para sus comunidades, ni tampoco todo tiene que ver con la soberbia panza de García. Ni mucho menos es un problema reciente.
Cuando se habla de las "mecidas" históricas que han sufrido los pueblos amazónicos, allí también entra Alejandro Toledo. Fueron incumplidos los acuerdos a los que llegaron su entonces premier Luis Solari y el Banco Mundial para con el Pdpia en el 2002. Para el 2004, se había hecho poco y nada. La plata se había utilizado en gastos administrativos. Es decir, sueldos.
Y no es que fuera un sencillo. Se gastaron por lo menos US$200 mil (algunos alegan que sería más bien US$800 mil) en consultorías y planillas de oro, mientras que los objetivos del proyecto en sí nunca se cumplieron. La partida del Banco Mundial era de US$5 millones, de los cuales solo se desembolsó un millón. El resto fue cancelado por incapacidad de gestión. Malversación.
Hubo irregularidades. Por ejemplo, el personal cambiaba de forma constante. Entraban familiares y amigos de algunos burócratas ya involucrados en el Proyecto que nada tenían que ver con las causas indígenas. Tras años de ineficiencia, fracasaron las relaciones con los pueblos indígenas durante el gobierno de Toledo.
El Pdpia arrancó en 1999 y el gobierno de Fujimori tampoco alentó el cumplimiento de lo planteado para el bienestar de los indígenas. Le siguieron Paniagua y Toledo. Pachakuti, pese a todos sus méritos, tiene su espacio dentro del bestiario presidencial y también responsabilidad política por lo que hoy está sucediendo debido a la larga ristra de indiferencia con la cual se ha tratado a los amazónicos.
Es cierto que durante su quinquenio Toledo no mató indígenas ni policías pero por más que no esté manchado de sangre, durante su gobierno se produjeron una de las peores "mecidas" a los pueblos indígenas. ¿Se recuerdan de la Comisión Nacional de Pueblos Andinos, Amazónicos y Afroperuanos (Conapa) y el Proyecto de Desarrollo de Pueblos Indígenas y Afroperuanos (Pdpia)?
El conflicto que explotó en la selva no solo corresponde a los decretos legislativos que los amazónicos consideran nocivos para sus comunidades, ni tampoco todo tiene que ver con la soberbia panza de García. Ni mucho menos es un problema reciente.
Cuando se habla de las "mecidas" históricas que han sufrido los pueblos amazónicos, allí también entra Alejandro Toledo. Fueron incumplidos los acuerdos a los que llegaron su entonces premier Luis Solari y el Banco Mundial para con el Pdpia en el 2002. Para el 2004, se había hecho poco y nada. La plata se había utilizado en gastos administrativos. Es decir, sueldos.
Y no es que fuera un sencillo. Se gastaron por lo menos US$200 mil (algunos alegan que sería más bien US$800 mil) en consultorías y planillas de oro, mientras que los objetivos del proyecto en sí nunca se cumplieron. La partida del Banco Mundial era de US$5 millones, de los cuales solo se desembolsó un millón. El resto fue cancelado por incapacidad de gestión. Malversación.
Hubo irregularidades. Por ejemplo, el personal cambiaba de forma constante. Entraban familiares y amigos de algunos burócratas ya involucrados en el Proyecto que nada tenían que ver con las causas indígenas. Tras años de ineficiencia, fracasaron las relaciones con los pueblos indígenas durante el gobierno de Toledo.
El Pdpia arrancó en 1999 y el gobierno de Fujimori tampoco alentó el cumplimiento de lo planteado para el bienestar de los indígenas. Le siguieron Paniagua y Toledo. Pachakuti, pese a todos sus méritos, tiene su espacio dentro del bestiario presidencial y también responsabilidad política por lo que hoy está sucediendo debido a la larga ristra de indiferencia con la cual se ha tratado a los amazónicos.
