sábado, 6 de junio de 2009

viernes, 5 de junio de 2009

Lamento en la selva ::: Muerte en la Curva del Diablo



El saldo: Dos periodistas, más de 20 nativos y 24 policías muertos, decenas de heridos (155+), un desaparecido y 72 detenidos. Nueve de los 38 polícias tomados como rehenes en la Estación Nº 6 de PetroPerú fueron asesinados a machetazos debido a la ira awajún. La sangre llama a la sangre. El líder de Aidesep está con orden de captura y le están Pizango los talones... Decían que podía estar en Bolivia, pero ya fue confirmado que se encuentra en la Embajada de Nicaragua en Lima, esperando el salvoconducto para asilarse en ese país centroamericano.

Masacre en la selva ::: La letra con sangre entra

Papá Alan sobre la matanza en la selva

¿El que no la debe, no la teme?


http://www.youtube.com/watch?v=UBEhd_BOtcw


«Yo quisiera desde aquí hacer un llamado a todo el país con el ministro Yehude Simon que encabeza el gobierno. Nosotros deploramos los incidentes de violencia que se han producido en Bagua. Lamentamos mucho la pérdida de vidas humanas, pero este es un tema que ya estaba anunciado...»

Más Alan sobre Bagua

Eran otros tiempos...


«... Esperamos que la calma vuelva después de una circunstancia dura y difícil con muertos y heridos. Hay que buscar las responsabilidades necesarias y esperamos que en este caso las instituciones que tienen a su cargo la persecución del delito lo hagan con energía y rapidez».

El gobierno es más frío que la muerte ::: friaje mortal año tras año


En lo que va del 2009, hay 154 niños muertos en la sierra sur del país a consecuencia de las bajas temperaturas que se producen todos los años durante la temporada de las heladas, en la cual se registran hasta 15-19º Celsius bajo cero.

Desde que la enfermedad del pániko porcino llegó al Perú se han producido 49 casos de la gripe AH1N1 y ningún muerto, pero aun así ocupa los espacios de la paranoia generalizada mundial, fotos de gente con mascarillas y una trama distópica de ciencia ficción. Casi una película B.

La dimensión del absurdo se hace más evidente en un país donde cada hora se producen tres nuevos casos de tuberculosis. Según datos del Ministerio de Salud, en el 2007 se atendieron a 29.393 personas con TBC y en el 2008, 32.400. La mayoría de estos casos se concentra entre los pobres, quienes no tienen las defensas para resistir al bacilo de Koch debido a la mala nutrición.

Lo mismo sucede con las enfermedades respiratorias agudas en las regiones más afectadas por las heladas -Ayacucho, Huancavelica, Cusco, Arequipa y Puno- porque los niños y ancianos malnutridos no cuentan con sistemas inmunológicos fuertes para evitar la muerte por pulmonía.

Hasta la fecha, en Puno se han registrado más de 500 casos de neumonía; en la misma época del 2008, de enero a mayo, hubo 385 personas con tal condición pulmonar, según detalló Fredy Pásara, jefe de epidemiología en esa región.

Las cifras son preocupantes: de enero a mayo del 2008 hubo 18.449 casos de neumonía en todo el Perú, 11,7% más que en ese período durante el 2007. Este año, ya hay más de 16.000 casos. Sin embargo, esto no causa revuelo. A diferencia de la porcina, estos datos rara vez llegan a las primeras planas.

Solo cuando comienzan a aparecer las fotos de los niños en ataúdes y las llamas muertas, regresan los reproches de todos los años, las campañas de recolección de frazadas, las miles de chompas repartidas; empiezan nuevamente los entredichos, los pleitos entre autoridades regionales y centrales.

& al año siguiente sucede lo mismo, ya que se trata de un problema que no se resuelve con caridad sino con organización integral y coherencia programática, habilidades que el estado peruano
carece en todos sus niveles de gobierno.

El primer ministro Yehude Simon le dará 97 mil chompas a las familias de Puno; Cáritas ya tiene 30 mil frazadas en stock y otras organizaciones también se están organizando. Hay presupuestos millonarios de los ministerios de Agricultura, Salud y de la Mujer para lidiar con el friaje. No obstante, otra cosa es que sepan utilizar bien este dinero a tiempo.

Por ejemplo, el gobierno regional de Puno tiene millones de soles y apenas ha utilizado una ínfima parte de su presupuesto para atender las consecuencias de las heladas. De las 14 mil vacunas contra la influenza y la neumonía que ha recibido esa región, este año solo se han aplicado 1.800.

Las reacciones de último minuto, las frazadas para las familias y los cobertores para los animales son bienvenidos, pero estos paliativos no resuelven los problemas que todos los años se producen durante las heladas.

En vez de reaccionar con la gente muerta a cuestas, podrían desde ya invertir a nivel nacional y principalmente en la sierra sur en cocinas incawasi, las cuales encapsulan el humo tóxico de la leña y disminuyen la probabilidad de que las personas desarrollen infecciones respiratorias agudas.


¿De qué sirven tantas donaciones si la gente sigue comiendo mal, cocinando con leña dentro de las casas y viviendo hacinada? Todos estos factores son debilitantes y no importan cuántas frazadas arropen a esta población bajo helada, van a seguir habiendo fríos.

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DICHO SEA TAMBIÉN DE PASO-

Para poner las cosas en perspectiva: ¿por qué tanta alharaca por la porcina si en el Perú hubo en el 2006 casi 64 mil casos de malaria y en el 2005, casi 100 mil?